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Quotidiano di informazione – Anno 36 n° 151

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Economía Social

Posted by fidest press agency su martedì, 18 agosto 2020

Como respuesta a las consecuencias de ese capitalismo naciente impulsado por la Revolución Industrial, el común busca salidas colectivas a sus problemas y constituye sus propias organizaciones para enfrentar esos problemas directamente y colocando a la gente como el eje central de ellas: Economía Social. Ella surge con dos fines: el inmediato de sus impulsores: enfrentar problemas comunes, y el segundo, de mayor trascendencia, sustentado en utopías y en propuestas políticas: sustituir el sistema capitalista por otro más justo. Efectivamente, el término con el que se denominó este conjunto de expresiones sería el de Economía Social. Defourny, al hablar de sus fuentes y remontarse a las utopías y al asociacionismo obrero del Siglo XIX afirma que el término surgió al final del primer tercio del Siglo XIX y señala que ya en 1830, Charles Dunoyer había publicado en París su Nuevo Tratado de Economía Social y que en esa misma década se impartió un Curso de Economía Social en la Universidad de Lovaina; ambas actividades se insertan en la faceta de la ES como campo del conocimiento. Desde entonces y hasta finales de ese siglo, agrega Defourny, citando a A. Gueslin, la ES no pretendió ser, ni más ni menos que otra forma de hacer política económica, “todos sus defensores estaban sensibilizados por el tremendo coste humano de la revolución industrial y reprochaban a la ciencia económica dominante el que ignorase la dimensión social”.
Bajo la cobertura del solidarismo y de manera subterránea, desde el Siglo XIII se venía forjando la semilla del término solidaridad. Pérez Rodríguez de Vera, profesora de la Universidad de Murcia[xi], realizó un rastreo histórico de ese término precisando aspectos importantes sobre su uso, se resume libremente:
1.- “Durante la Edad Media los juristas reavivan el término y los intelectuales lo utilizan durante el siglo XVII en Francia, unido siempre al léxico de la jurisprudencia: “solidaridad” y “solidariamente”. Esta voz no se populariza hasta el siglo XVIII en Francia”.
2.- “En un principio el sinónimo utilizado era el de caridad entendido como una virtud teologal; cualidad inherente al hombre, que comprendía el amor a Dios y al prójimo, mediante la limosna o el socorro, el servicio a los pobres y a los enfermos”.
3.- “Pierre Lerroux (1797-1871) parece haber sido el primero en emplear esta palabra. Su idea fue reemplazar la caridad del cristianismo por la solidaridad humana, fundándose en razones que sólo pueden convencer a un positivista y que él mismo expuso en su libro De l´Humanité”.
4.- Él “hace de la solidaridad una característica antropológica que la convierte en la base de la vida social; supera la división del género humano en naciones, familias o propiedades, estableciendo la unión entre los hombres. Este concepto estimado en su dimensión semántica se aproxima al término filantropía”.
5.- “En Francia pronto se extendió el movimiento del “Solidarismo”. En la segunda mitad del siglo XIX, a medida que el Socialismo Utópico era desplazado por el Socialismo Científico, cambia el significado de la solidaridad, dentro de la propia tradición socialista”.
6.- “El Solidarismo es el nuevo principio sobre el que se organiza el Estado francés; se trata de una teoría filosófica sobre el deber y las conductas sociales, y tiene como finalidad la idea del bien común, capaz de establecer los deberes de una humanidad reconciliada”.
7.- “En paralelo a esta corriente, emerge el Solidarismo político de L. Bourgeois que en 1896 publica el libro La solidarité con el que se inicia el gran decenio del Solidarismo. Es una ideología laica, pragmática y reformista que se convertirá en la ideología oficial de la III República Francesa”.
8.- “Este término no llega a España hasta mediados del siglo XIX, el primer Diccionario general etimológico de la Lengua española de R. Barcia (1882) ya recopila los términos solidaridad/solidariedad, solidario/a, solidariamente, siempre relacionadas con las acepciones del ámbito forense”.
9.- “Es a principios del siglo XX, cuando surgen algunos movimientos reivindicativos, Solidaridad Catalana, Solidaridad Obrera y Solidaridad de Obreros Vascos. Ciertamente, todos estos movimientos políticos obreros difundieron la ideología de la solidaridad sociológica, organizados sobre los principios de la cohesión interna de grupo”.
10.- “Se trataba de un tipo de solidaridad cerrada, fundamentada en los principios corporativos, que emerge a consecuencia de la industrialización en estas sociedades obreras. Sin embargo, este tipo de solidaridad está inserta en el concepto de fraternidad, en el sentido de hermanamiento dentro del mismo grupo”.
11.- “El Solidarismo tendencia que nace en Francia durante la III República Francesa se actualiza a través de las mutualidades, las sociedades cooperativas de consumo y producción, las cajas rurales de crédito y otras instituciones católicas. Estos movimientos se desarrollan en Francia donde aparecen dos escuelas, la de Nimes y el socialismo jurídico”.
12.- “Al Solidarismo se le ha criticado como un sistema jurídico en el que existe una deuda legalmente exigible de los ricos a favor de los necesitados, esto tiene como consecuencia el parasitismo dentro de la sociedad. El fundador fue el jesuita Heinrich Pesch (1854-1926) que para formular su modelo se basó en principios de clara connotación ético-teológica. La organización había de estar constituida por agrupaciones profesionales, las cuales deberían autodirigirse a partir de una normativa ética de raíz católica”.¿Hasta dónde siguió su escalada el solidarismo?, ¿está en el origen de lo que desde el último cuarto del Siglo XX se denomina Economía Solidaria?, no hay precisiones al respecto. Tampoco se observan vínculos entre el solidarismo como movimiento, el curso sobre la solidarité dictado por Gide en el Colegio de Francia y la Escuela Solidaria mencionada por Desroche. Investigaciones al respecto son necesarias. Prof. Oscar Bastidas Delgado (UCV) in abstract.

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¿Sabías que las utopías escritas y prácticas están en la génesis de las Organizaciones de la Economía Social (OESs)?

Posted by fidest press agency su mercoledì, 1 luglio 2020

Según mi apreciado profesor, ya fallecido, Henry Desroche, Director del Colegio Cooperativo de París, por utopía puede entenderse “un proyecto imaginario pero realizable de una sociedad alternativa”, han existido tanto utopías escritas como prácticas, entre las primeras destacan La Republica de Platón (428-347 a. de C); Utopía de Tomás Moro (1480-1535); La Nueva Atlántida de Francis Bacon (1561-1626); La Ciudad del Sol de Tommaso Campanella (1568-1639); y Viaje a Icaria de Etienne Cabet (1788-1856). En este panorama puede incluirse al cristiano Peter Cornelius Plockboy (1620-) con u documento calificado de panfleto, intitulado “Ensayo sobre un proceso que les haga felices a los pobres de esta nación y a los de otros pueblos, consistiendo en reunir cierto número de hombres competentes en reducida asociación económica, o pequeña república, en la cual cada uno conserve su propiedad y pueda, sin necesidad de acudir a la fuerza, ser empleado en la categoría de trabajo para la cual tenga más capacidad.” A esta pléyade se agregan John Bellers (1654-1725), quien en 1695 hizo una exposición de sus doctrinas en el trabajo “Proposiciones para la Creación de una Asociación de Trabajo de Todas las Industrias Útiles y de la Agricultura” y Robert Owen (1771-1858), autodidacta e industrial innovador en técnicas y sistemas sociales con su Asociación de Todas las Clases de Todas las Naciones (Londres, 1835).Destacan también Claude Henrri de Rouvroy o Henri de Saint Simon o Conde de Saint Simon (1760-1825), socialista francés que entusiasmaba a ciertos sectores y fue exponente de una suerte de socialismo y Philippe Joseph Benjamin Buchez (1796-1865), alumno de Saint Simon, socialcristiano, considerado como el padre del cooperativismo francés, trabajó con Louis Blanc y fue impulsor de sistemas cooperativos a partir de asociaciones de trabajadores como agentes de cambio ya que pensaba que “la asociación ofrece los medios para crear la nueva sociedad, sin revolución, en el seno de la sociedad existente”, en 1831 fundó la Asociación de los Ebanistas, que sirvió de modelo a sociedades cooperativas de producción.Buchez fue quien notó que los cooperativistas con cierto tiempo laborando, rechazaban el ingreso directo de nuevos asociados y la conversión de los aprendices en asociados pues gozarían ipso facto de los mismos beneficios de ellos sin haberlos producido; gracias a esta reflexión propuso el establecimiento de los fondos del capital social y su irrepartibilidad como barrera de contención que impediría el usufructo de excedentes por quienes no los produjeron; esta propuesta la plasmó Bouchez a propósito de las empresas de trabajo asociado (1831) mediante cinco principios, Ciurana citado por García Müller, afirma que son los siguientes:Complementando las utopías escritas están las utopías prácticas como la de del mismo Owen que intentó llevar sus ideas a la práctica al organizar las colonias de New Lanark en Inglaterra y la de Nueva Armonía en Indiana (USA); Charles Fourier (1772-1837), quien pregonaba una sociedad fundada sobre pequeñas asociaciones autónomas denominadas falansterios, una suerte de sistemas de viviendas con actividades productivas y de consumo en el medio rural que impulsaría cambios en la humanidad a partir de preceptos cooperativos, él adoptó la bandera arcoíris como símbolo de la unidad en la diversidad.Continúa el médico William King (1786-1865), anticapitalista de Brighton quien, animado por las acciones de Owen, publicó The Co-operator entre 1828 y 1830, periódico mensual en Brighton con el que difundió reflexiones sobre las cooperativas, impulsó el cooperativismo de consumo de espíritu cristiano e influyó en la experiencia de la Sociedad de los Equitativos Pioneros de Rochdale; y el comerciante francés Michel Derrion (1802-1850) quien fundó en Lion la cooperativa: “Le commerce veridique et social”, 1835.
Se sumaron más utopías prácticas. George Mudie que entre 1821 y 1822 publicó el semanario The Economist con la finalidad de propagar el “socialismo cooperativo” de Owen en los medios obreros, lográndolo sobre todo entre artesanos, obreros y tipógrafos de Londres por cuya iniciativa se puso en marcha en 1821 la primera cooperativa owenita con el nombre de Economic and Co-operative Society (1821) con la finalidad de crear una “aldea de la unidad y de la mutua cooperación”, que combinara agricultura, industria y comercio, según un plan de Owen; John Francis Bray (1809–1897); Thomas Hodsgkin (1787-1869), crítico del capitalismo y defensor del libre comercio y de los primeros sindicatos; y William Thompson (1775-1833) promotor del cooperativismo con propuestas que influyeron en los sindicatos y en Carlos Marx.Desde la perspectiva anarquista sobresalen Bakunin, Malatesta y Pierre-Joseph Proudhon (1809-1865), filosofo francés considerado uno de los padres de ese pensamiento quien, con cimientos en el mutualismo y las propuestas federativas, escribe su obra fundamental El Principio Federativo. Otro anarquista, el ruso Piotr Kropotkin, escribió el libro El apoyo mutuo: un factor en la evolución con base en su experiencia en expediciones científicas en Siberia, en él aborda el tema de ese valor y el de la cooperación al observar cómo, gracias a ellos, las comunidades de animales sobrevivían y evolucionaban; esta obra, publicada como ensayos en una revista literaria británica fue publicada finalmente como libro en 1902.Se suma Ferdinand Johann Gottlieb Lassal (Ferdinand Lassalle, 1825-1864) abogado y político socialista alemán de origen judío que impulsó la idea de cooperativas de producción y el apoyo estatal a fin de proteger al débil del fuerte, colaboró con el movimiento obrero y los sindicatos y fue co-fundador de la Asociación General de Trabajadores de Alemania (ADAV) impulsora del Partido Obrero Socialista de Alemania que cambiaría su nombre por el de Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD). También desde la órbita socialdemócrata opinarían August Bebel (1840-1913) y Eduard Bernstein (1850-1932), político alemán de origen judío, también del SPD, que opinaba la no necesidad de una revolución violenta para alcanzar el socialismo pues pudiera lograrse mediante una evolución pacífica a través del sindicalismo y de la acción política. (abstract) Prof. Oscar BASTIDAS DELGADO (UCV).

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